miércoles, 14 de octubre de 2009

Hogares seguros

Los vecinos de Valle Dorado poco a poco han regresado a la cotidianeidad después de los insuficientes pagos por indemnización que les otorgó el gobierno, la crisis de miedo por probables infecciones provocadas por las aguas negras y la difícil recuperación de pertenencias.

Para muchos, la parte de esta recuperación más complicada ha sido tener las viviendas en buen estado, así como realizar gastos en reparaciones, pintura y trabajos de mantenimiento.

Y justo cuando hace poco más de un mes hablábamos en este espacio del tema, hoy hay cifras oficiales que refuerzan la realidad a la que se enfrentaron las familias de Valle Dorado y que muestran que el problema de la falta de seguridad en las viviendas es un problema generalizado.

Según los números de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), poco más del 2 por ciento de casas habitación que hay en la capital del país carecen de un seguro de protección contra fenómenos naturales o siniestros.

Una de las causas, señalan los representantes de esta organización, es la falta de cultura de previsión de la población, situación que fue reconocida por los vecinos damnificados en Tlalnepantla los días posteriores a la ruptura y desbordamiento del Emisor Poniente.

Asimismo, en general la gente ignora que con sólo pagar de 3 mil a 10 mil pesos al año, dependiendo de la zona donde se ubique su vivienda, puede contar con una póliza para casa habitación cuyo costo sea de alrededor de un millón de pesos.

La AMIS informa también que la cobertura de las pólizas “de hogar y familia” tienen diversas coberturas y no solamente la de fenómenos hidrometereológicos, que es aplicable para protegerse de incidentes como el de Valle Dorado.

Por ejemplo, existe la cobertura de responsabilidad civil familiar, que se refiere a cualquier daño involuntario que algún miembro de la familia o su servidumbre le cause a terceros o la de robo con violencia o asalto de contenidos del hogar.

Con esta información podemos reflexionar un poco sobre qué tan seguros nos sentimos de que nuestro patrimonio realmente esté protegido ante contingencias de distintos tipos, no sólo los estragos de una fuerte lluvia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario