jueves, 17 de septiembre de 2009

Mujeres, ¿un respiro?

En medio de las historias de policías corruptos, de la vinculación de servidores públicos con el narco y de los cada vez más frecuentes ajustes de cuentas contra elementos del orden, la noticia de que las mujeres hoy estén más involucradas en asuntos de seguridad pública, justicia y Fuerzas Armadas puede resultar un respiro.

De entrada, hoy tienen más responsabilidades, algunas inéditas, lo que permitirá que empiecen a trabajar desde cero y que traten de ser un ejemplo para cada día ganar más espacios o por lo menos afianzar los ya conseguidos.

Si detectamos entonces que una comandante de vialidad no recibe dinero de un infractor, que una jefa antisecuestros logra coordinar bien un operativo y que una mujer de la Policía Federal se mantiene lejos de las tentaciones del narcotráfico, los ciudadanos comprobaremos que más que avanzar en cuestiones de cuota de género, contaremos con una pequeña esperanza de que sí se puede trabajar contra todos esos males de las corporaciones y las instituciones.

Dejando a un lado el vergonzoso caso de la comandante de la Policía Federal, Lorena González –aparentemente más atribuible a la podredumbre generalizada que existe en la dependencia federal-, acusada de coordinar el secuestro del joven Fernando Martí, podemos revisar los más recientes anuncios de la participación femenina, que con bombo y platillo se han realizado en recientes fechas.

Tomando esos ejemplos puede ser el momento de empezar a evaluar el trabajo de estas mujeres mexicanas en las distintas áreas. Pongamos la lupa en dos de estos sectores de gobierno donde se dieron las últimas noticias.

En las Fuerzas Armadas. El hecho simbólico es que por primera vez en la historia, el desfile militar del 16 de Septiembre fue abierto por mujeres, pero la acción real es que ellas ya pueden presentar exámenes para ingresar a algunos cuerpos como la Infantería de Marina o la Escuela Naval de Aviación.

En la conmemoración de ayer en el Zócalo se pudo ya observar a las primeras militares enroladas, quienes deberán mostrar resultados en estas corporaciones que a partir del gobierno de Felipe Calderón fueron revaloradas en el combate al crimen organizado.

Paralelamente, la cadete Andrea Cruz se convirtió en la primera mujer piloto aviador del Ejército en nuestro país.

Y en la Policía Judicial del DF. María del Carmen Núñez Pérez será quien encabece el proceso de depuración de la Judicial capitalina, en plena transformación a Policía Investigadora, al ser designada directora del Estado Mayor de esta corporación.

Tomado estos importantes ejemplos, vayamos tomando nota y comentemos, será interesante.

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