lunes, 17 de agosto de 2009

Martí, a un año

A punto de cumplirse un año del secuestro y muerte del joven Fernando Martí, hay tres imágenes que muestran lo que está ocurriendo en el país meses después del fuerte repudio social y de la espectacular respuesta que en su momento tuvo la autoridad para demostrar que actuaría contra ese crimen.

Primera escena. El presidente Felipe Calderón encabeza por primera vez –antes era el secretario de Gobernación- el Consejo Nacional de Seguridad Pública en Palacio Nacional con la presencia de gobernadores, el jefe de Gobierno del Distrito Federal y el gabinete de seguridad.

El mandatario hizo un balance a lo que se supone tendría que ser secuela a las reuniones tras el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, signado entre prácticamente todos los sectores como respuesta al caso Martí. Entre otras cosas dijo que descubrió, como para justificar sus recientes operativos en Michoacán y Nuevo León, que existe redes de protección al crimen organizado y que es claro el alcance y poder corruptor de las organizaciones delictivas.

Que ya hay nuevas leyes para que los diferentes niveles de gobierno se coordinen mejor. Que las Fuerzas Armadas no van a seguir en las calles toda la vida. Que su gobierno detuvo a personajes importantes del narco que eran conocidos con alias como “El Napo”, “Vicentillo”, “El Canicón”, “La Burra”, “El Ingeniero”, “El Tatanka” o “El Doctor”… Después se acordó del tema del secuestro y en un escueto informe dijo cosas como que su administración logró liberar a más de 600 víctimas y que la mitad de los estados de la República están en proceso de fortalecer sus nuevas unidades antisecuestro.

Segunda escena. Alejandro Martí, el padre del muchacho plagiado el 4 de junio del año pasado y cuyo cuerpo apareció días después sin vida y encajuelado por la zona sur de la ciudad de México, firmó un convenio con la Coparmex y no estuvo presente como representante de la sociedad civil en la sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública.

El empresario comentó que el trabajo de las autoridades en las investigaciones tras la muerte de su hijo, no ha sido tan veloz como la sociedad quisiera.

Tercera escena. La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) trabaja en el esclarecimiento de un nuevo crimen muy parecido al del joven Martí. Esta vez la víctima es Antonio Equihua, un muchacho de 16 años, hijo de una familia de comerciantes pero con perfil social y económico diferente al de Fernando.

A Antonio lo plagiaron 322 días después del secuestro de Martí; 244 días después de suscribirse el tan difundido Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, y 227 días más tarde de que atraparan a los operadores de la banda de “La Flor”, presunta responsable de secuestrar y matar a Fernando.

Hoy el procurador capitalino Miguel Ángel Mancera dice que los responsables de este nuevo caso no son de la misma organización delictiva. Más bien cree que son imitadores.

Después de estas imágenes, ¿cuál será el balance un año después?

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