lunes, 17 de agosto de 2009

¿Quién está mintiendo?

A la una de la mañana del viernes 17 de julio, los empleados de prensa de la Secretaría de Seguridad Pública federal hicieron contacto con los reporteros de la fuente para informarles que seis horas después les harían un anuncio importante.

La dependencia, urgida por dar un buen golpe después de tantas bajas de policías provocadas por el cártel de La Familia apenas unas horas antes, entre ellas 12 muertos de un jalón, tenía que mostrar algo espectacular. Así lo hizo, presentó a los ahora sí verdaderos secuestradores del joven Fernando Martí.

Es decir, el mensaje fue hacer borrón y cuenta nueva con ese caso.¿Y entonces qué pasó con el camino supuestamente andado de la investigación primera que se hizo? ¿Qué pasó con la banda de “La Flor”? ¿Y “El Apá”? ¿Y “La Lore”, que por cierto trabajaba en Seguridad Pública federal? ¿Y lo que ya avalaron los jueces de la presunta responsabilidad de todos esos detenidos en el crimen de Martí?

Miguel Ángel Mancera, el procurador capitalino, responsable de esa primera investigación, se quedó mudo y tardó varias horas en reaccionar y salir a dar una respuesta mientras que su jefe Marcelo Ebrard estaba de gira por Bolivia.

Es decir, la coordinación que días después recalcaran las autoridades federales y del Distrito Federal que existía, en los hechos brilló por su ausencia en las indagatorias del caso Martí. Los del DF fueron reaccionando como pudieron y empezaron a declarar cosas como que tomarían las declaraciones de “Los Petriciolet” –los ahora verdaderos responsables-, que las dos organizaciones delictivas tenían sus nexos –o sea que todos, los nuevos y los viejos, estaban involucrados en el crimen- y que para nada hay discordancias entre autoridades.


Los federales insistieron en un primer momento en que “sus” detenidos estaban ya confesos del crimen de Martí y que no parecía existir culpabilidad de la banda de “La Flor” en el secuestro y asesinato cometidos hace más de un año.

Es decir, se fueron con todo a descalificar un primer trabajo de investigación ya de por sí cuestionado al principio.


La SSP aparentemente logró un primer objetivo y para este fin de semana ya nadie se acordaba de las agresiones de La Familia Michoacana, con granadas y balas de por medio, a sus policías federales. El tema de conversación era la torpeza y el ridículo de la Procuraduría capitalina y su tal vez inventada banda de “La Flor”.

Una vez cambiado el tema de prioridad nacional, la autoridad federal fue paulatinamente matizando su anuncio y hasta el procurador General de la República, Eduardo Medina Mora, y otros funcionarios federales, salieron a suavizar el asunto al decir que existe una amplia coordinación de las autoridades de diferentes niveles de gobierno y que sí, tal como lo asegurara Mancera, se juntarían ambas investigaciones pues había puntos de coincidencia.

Nosotros, como ciudadanos comunes, tratamos de entender este juego pero no nos quedan claras muchas cosas. La primera pregunta que tenemos muchos de nosotros, por supuesto, es quién nos está mintiendo.

A través de nuevos anuncios y datos que se han ido revelando, podremos ir conociendo el rompecabezas que seguramente ninguna autoridad ha terminado de armar.

Entre otras cosas, aún falta esperar que el Tribunal Superior de Justicia del DF regrese de vacaciones y dé a conocer su postura. Porque también está en entredicho el trabajo de los jueces locales en el caso.

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